El camuflaje en la caza

La disciplina cinegética basada en la aproximación a la pieza y en el sigilo con que aquélla se lleve a cabo. En sentido general, el éxito del lance depende de la conjunción de estos dos factores, cuya efectividad puede verse incrementada de diversas maneras. Afirmemos, para empezar, que no existe sustituto alguno para la paciencia y para el saber hacer en el monte, virtudes ambas que se adquieren casi siempre con la práctica y que no tienen nada que ver con lo que se puede adquirir en las tiendas. Dicho esto, y ya hablando del camuflaje, lo cierto y verdad es que al primero que le atrae es al propio cazador, para qué vamos a engañarnos. Aunque su función principal es la de disimular nuestra presencia, nos hace objeto, en realidad, de mil y una miradas curiosas por parte de las personas que encontramos al salir o al entrar en el cazadero, por no mencionar a los agentes de la autoridad. Es por ello muy conveniente cambiarnos de ropa antes de entrar en núcleos de población, más que nada porque resulta bastante embarazoso tener que explicar varias veces la utilidad que para nosotros tiene este tipo de prendas, después de oír también varias veces comentarios sobre ciertos personajes del cine bélico con los que, yo al menos, no tengo ni quiero tener que ver nada en absoluto.

Advantage Wetland 

Las primeras prendas de camuflaje nacen, indudablemente, como parte del equipo militar necesario para hacerse invisible a los ojos del enemigo, y en la actualidad mantienen esa filosofía incluso entre nosotros. Los patrones más clásicos, como el Woodland o el Tiger Stripe, han sido utilizados, y lo siguen siendo, en la mayoría de los conflictos bélicos que sacuden el planeta, por no hablar del Desert, desgraciadamente muy de moda en la actualidad. Los diseños propios de la caza y de la caza con ballesta/arco, como el Trebark, el Realtree y tantos otros suelen ser más sofisticados y complejos, supuestamente más pensados para nosotros, cazadores arqueros. No obstante, creo que, encandilados por las curiosas combinaciones de colores, rayas y manchas, perdemos de vista un dato fundamental: los animales que perseguimos no ven en colores, sino en blanco y negro, con honrosas excepciones, como el pavo salvaje americano. Así pues, los colores que el ojo humano es capaz de diferenciar son percibidos por nuestras presas en matices de combinaciones entre el blanco y el negro, ni más ni menos. Prueba de ello es el camuflaje de seguridad que en algunos estados de la Unión deben vestir los cazadores: está basado en enormes manchas de color naranja fuerte, cuando no consiste en un chaleco completamente realizado en tejido de ese color. Se trata, por supuesto, de que los demás cazadores noten que estamos allí, no de fastidiarnos el lance delatándonos ante nuestra pieza, que podrá distinguirnos por nuestros movimientos, silueta u olor, pero no por el color.

Apparation

Esto equivale a decir que la función principal del camuflaje no es más que la de romper la silueta del cazador, hacer que sus bordes y límites pierdan entidad, contribuyendo así a fundir su figura con el entorno y a disimular su presencia. Ni siquiera el mejor de los camuflajes es capaz de evitar que un venado nos detecte perfectamente a veinte metros si nuestra silueta se recorta con nitidez contra el cielo; en caso de duda, es muy recomendable hacer la prueba. Tan sólo un camuflaje tipo “Snipper” -es decir, francotirador- , basado en un sinnúmero de hojas de tela cosidas a las prendas propiamente dichas, podría ser capaz de hacernos salir con bien de semejante trance, y tengo mis dudas. Como es lógico, cuanto mejor estudiado esté, gráficamente hablando, el patrón que usemos, mucho más tendremos a nuestro favor, pero no debe uno esperar milagros de este tipo de cosas. Desde luego, resulta obvio afirmar que nuestro entorno debe coincidir, más o menos, con el diseño de nuestro camuflaje para hacer su tarea más sencilla.

Mossy Oak Fall Foliage

No quisiera dar la impresión de estar en contra del uso del camuflaje, entre otras cosas porque no es cierto. Personalmente, los uso de continuo y tengo, además, mis favoritos, porque creo que unos funcionan mejor que otros, aunque solamente se trate de una impresión personal. Además, hay ciertos puntos en el cuerpo humano que necesitan ser camuflados u ocultados de modo imperativo, puesto que destacan con total claridad ante los agudos ojos de un animal salvaje. Ojos, cara, manos y cuello han de estar, siempre, perfectamente mimetizados, ya que nos delatan con estremecedora facilidad. El método escogido es ya cuestión de los gustos de cada uno, aunque resulta aconsejable probarlos todos antes de decidirse. Personalmente, tengo un cierto problema con mis gafas, problema que suelo atajar con una redecilla ligera o, simplemente, poniéndome unas negras. Cuando llega la noche, es francamente divertido bajar del monte... Hay, no obstante, otro aspecto del camuflaje mucho más importante, en mi opinión, que la combinación de colores a elegir, y ese es la ausencia de ruido. En lo tocante al que nosotros mismos podamos hacer, la única solución es desplazarse muy lentamente, evitar todo tipo de movimientos innecesarios y planear cuidadosamente cada paso, por largo que se nos haga. Pensemos que hasta la barba sin afeitar puede producir un ruido suficiente para poner en fuga a nuestra supuesta víctima. Pero en cuanto a nuestras prendas, hay que escogerlas con sumo cuidado para no dejarnos llevar por lo atractivo del diseño sin chequear antes su nivel de ruido; sencillamente, basta con arañar ligeramente su superficie y escuchar. Todos los tejidos que contengan fibras plásticas son candidatos a dejar en la estantería de la tienda; en lo denso del monte, resultan tremendamente ruidosos al rozar con ramas o arbustos, mientras que las prendas tipo Polar Fleece suelen ser muy prácticas en este sentido, debido a su naturaleza silenciosa. Digamos, sin embargo, que en cualquier buen catálogo especializado es fácil encontrar prendas de camuflaje de calidad, en una gran diversidad de formatos y de patrones. Los movimientos demasiado rápidos, rítmicos y continuados son capaces de poner en estado de alerta al menos avispado de los animales, que percibe de inmediato una clara sensación de peligro. Si estamos de acuerdo en que resulta muy interesante conseguir romper nuestra silueta para ocultar lo mejor que podamos nuestra presencia, supongo que coincidiremos en que es básico combinar esa ventaja con movimientos suaves, pausados y, en la medida de lo posible, arrítmicos, con el fin de no echar a perder el efecto logrado con el uso del camuflaje.

Woodland

Tampoco hay que perder de vista el camuflaje en su vertiente olfativa. Existen multitud de líquidos que eliminan los olores de tipo humano que se almacenan en nuestras ropas, el olor a goma de las suelas de las botas, etc., etc., sin olvidarnos de los que imitan olores presentes en la naturaleza, que pueden contribuir a que pasemos inadvertidos. No olvidemos que el sentido de la vista de algunas de nuestras presas, puede ser más o menos deficiente, pero no ocurre lo mismo, en absoluto, con su sentido del olfato. Destaquemos que, últimamente, hay una escuela de pensamiento en América, por así definirla, que propugna la práctica de la caza con arco sin usar camuflaje alguno, simplemente vistiendo prendas de colores naturales, oscuros y suaves, o las típicas camisas de leñador, de grandes cuadros rojos y negros, combinadas con los vaqueros de toda la vida.

Tiger Stripe

Como puede comprobarse, el asunto del camuflaje es también una cuestión muy personal de las muchas que se dan en un deporte como el nuestro, proclive a la práctica en soledad y a un alto grado de personalización en el equipo a utilizar. Creo que proporciona, además de las ventajas que hemos discutido más arriba, una cierta sensación psicológica de seguridad, que bien puede valer la pena la inversión que realicemos en este capítulo: si de cada cien lances, el camuflaje funciona perfectamente en tres ocasiones, facilitándonos el logro de nuestros objetivos, para mí es suficiente

Fuente:Acapabe

 

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Comentarios: 2
  • #1

    u=152899 (jueves, 25 abril 2013 13:17)

    This is an excellent blog post! Thanks for sharing!

  • #2

    marcos rubio (miércoles, 19 junio 2013 10:58)

    Excelente articulo, muy bien documentado y explicado. Yo soy cazador aficionado y aunque no se le de toda la importancia que merece, intento llevar la ropa adecuada.Siempre llevo un buen calzado y un chaleco de camuflaje para llevar de todo.este me parece un recurso esencial. Por si alguien busca prendas de este tipo a buen precio, le recomiendo http://www.adilropadetrabajo.com/ .La relacion precio-calidad es muy buena.Espero que sea de utilidad.un saludo,gracias.